Ricardo “Bollo e Yuca” Granados Llanes: El primer héroe del futbol samario
En el año 1917, cuando Santa Marta apenas despertaba al sonido de una pelota
golpeando la arena en el playón de la Castellana, un niño delgado, alegre y de gran estatura aprendía a dominar el cuero descalzo. Se llamaba Ricardo Granados Llanes,
aunque el barrio pronto lo bautizó como “Bollo e Yuca”, porque aparte de jugar futbol, se ganaba la vida vendiendo este producto en el mercado. Aquel niño, nacido de la pobreza,
terminaría convertido en una insignia del fútbol samario. Allí, en medio de la magia
de la perla de América, nació el 7 de febrero de 1911, el hijo de Buenaventura Granados y
Elena Llanes.
Ricardo hizo sus estudios de bachillerato en el
Liceo Celedón fundado en 1905, en esa cancha se forjaron grandes futbolistas
como Carlos “el pibe” Valderrama, Rafael Gabino Granados, familiar de Ricardo,
Andrés “Bolón” Acosta.
El joven Granados creció junto a los pioneros del balompié local Jacobo Wellman, Juan Sales, Eduardo Barliza, Heriberto Guerrero, Tomás Emilio Mier, Nicolás Pimienta, Eusebio Angulo, quienes, sin imaginarlo, estaban construyendo la semilla del fútbol magdalenense. En 1928, todos ellos integraron el Olímpico Magdalena, campeón de los primeros Juegos Nacionales de Fútbol en Colombia, disputados en Cali. Este campeonato, que fue un hito en Santa Marta, se ganó mientras sucedía un episodio trágico en la historia del país, la masacre de las bananeras. Fueron dirigidos por el gran entrenador, periodista y dirigente deportivo samario Moisés Ponce Lozano.
Moisés Ponce Lozano, foto sacada del blog Historias del Magdalena
Equipo campeón de los primeros Juegos Nacionales en 1928. Foto sacada del Archivo histórico del Magdalena
Del barrio a la selección
Después de aquel título, “Bollo e Yuca” se convirtió en un referente de los
samarios y con la selección Magdalena emprendió giras por Cali, Medellín y
Bogotá, allí pudo jugar en la mítica cancha de la merced, ubicado en los predios
del hoy Parque Nacional. En 1935 viajó a Bogotá para reforzar al Deportivo
Municipal, donde compartió con figuras de la capital como Nacho Izquierdo, Antenor
Rodríguez, Manuel Briceño Pardo, Alberto Lega, Antonio "pibe" Martínez, entre otros. Allí no duro mucho porque se fue a integrar
la Selección Magdalena, que ganó nuevamente el campeonato nacional en Manizales
en 1936. Debido a la nostalgia que sentía por su tierra, no quiso volver a Bogotá, quien sí se quedó fue Tomás Emilio Mier, compañero suyo en varias Selecciones Magdalena y campeón en 1928, quien por muchos años sería tesorero de los Millonarios, moriría en la capital del país en 1995.
Partido de 1916 en el estadio La Merced en Bogotá. Foto sacada del Archivo Histórico de Bogotá
Ricardo jugo con la selección del Magdalena los juegos nacionales de 1932 en Medellín, los cuales perdieron ante Atlántico en donde jugaban figuras legendarias como Roberto Meléndez, Julio Torres, Romelio Martínez, Pedro "espadas" Yepes, Jose Escorcia, Julio Osorio, entre otros y los de 1941 en Bucaramanga fueron declarados desiertos ante inconvenientes entre la organización olímpica y la ADEFUTBOL rectora del futbol colombiano en ese momento, por otra parte, Ricardo "bollo e yuca" Granados recibió un homenaje por ser el participante más antiguo de los juegos. Fue convocado por el entrenador argentino Fernando "el marqués" Paternóster para la primera selección Colombia formada para los juegos Bolivarianos de 1938. Junto a él fueron convocados los samarios, Genisberto Cabas, Rafael "Sapo" Mejía, Rafael "tito" Fernández, Tomás Emilio Mier, Miguel Segundo Botto. Luego jugaría un partido con la selección Samaria en 1938 ante Independiente Rivadavia de Argentina. De allí hasta su retiro jugaría en un equipo aficionado de Santa Marta llamado Deportivo Independiente.
Fragmento de una entrevista con ocasión de los juegos nacionales en 1935. Foto sacada del Diario El Tiempo, 1935
Mediocampo ganador de los Juegos Nacionales en 1936. Foto sacada de El tiempo
Cuando ya se había retirado del futbol, lo hizo después de los juegos nacionales de 1941, es llamado por Roberto Meléndez para ser preparador físico de la selección nacional que participaría en el sudamericano de 1945, allí jugaría 3 partidos contra las selecciones de Bolivia, Ecuador y Argentina, para 1947 volvería a ser convocado y jugaría un partido ante chile.
Selección Colombia en los Juegos Bolivarianos en 1938. Foto sacada del libro Selección Colombia en los juegos Bolivarianos de Miguel Cartagena Perdomo, 1999
Fuerza y equilibrio en la medular samaria. Foto sacada del diario El tiempo
Granados fue un mediocampista con presencia aérea, precisión en el pase y sentido táctico. No era un jugador de lujo, sino de equilibrio, fuerte en la marca, sereno para distribuir. De mucha brega y pundonor, futbolista de potrero y playa.
Entrenador y dirigente
En su última etapa como dirigente. Foto sacada del blog Historias del Magdalena
También fue empleado de Bavaria, empresa en la cual se pensionó y fue padrino de bautizo de la leyenda del futbol madgalenense Alfredo Arango.
Una vida sencilla, un legado gigante
Pese a haber sido internacional, Granados nunca fue de economía boyante, más bien se destacaba por su humildad y apoyo a la juventud. “No ganaba ni para cigarrillos” recordaba “a veces me tenían que mandar plata de la casa.” Prefería ver jugar a los muchachos del Playón que asistir al estadio profesional. Le gustaba la pureza del fútbol sin intereses, aquel que se jugaba con el corazón sobre los botines. Se casó en 1959 con Zacárias Vega y fue padre de 4 hijos.
Falleció en Santa Marta el 17 de octubre de 1979, dejando un legado que trasciende generaciones. Fue padre, abuelo, entrenador, pionero y símbolo popular. Su figura marcó el paso de la inocencia amateur a la organización profesional del fútbol colombiano.
El primer eslabón de una ciudad futbolera
Mucho antes de que nacieran Carlos “Pibe” Valderrama, Alfredo Arango o Radamel
Falcao, Santa Marta ya tenía su primer héroe del balón. Ricardo Granados Llanes “Bollo e Yuca” fue la chispa inicial del fútbol
samario, el hombre que unió la pasión barrial con la representación nacional,
el que jugó por amor al juego cuando el dinero aún no era parte del
espectáculo. Hoy, cada niño que patea una pelota en la cancha de la Castellana, quizá sin saberlo, repite los pasos del primer samario que vistió
la camiseta de Colombia.
Ficha biográfica de Ricardo Granados Llanes
Ruiz Bonilla, G. (2001) Historia de la Selección Colombia. Federación Colombiana de Futbol
Ruiz Bonilla, R. (2024) Abc de la Selección Colombia. Federación Colombiana de Futbol
Ruiz Bonilla, G. (2014) Historia de la Selección Colombia 1924-2014. Mundo Futbol
Galvis Ramirez, A. (2000) Momentos de Gloria, Historia Escrita y Gráfica de los Juegos Nacionales. Coldeportes
Miranda Benítez, I. (2023) Un sueño de Gloria. Editorial Unimagdalena
Hinestroza Llanos, A. (2005) Historia del Liceo Celedón 1905-2005. Funperbol
Cartagena Perdomo, M. (1999) Colombia en los Juegos Bolivarianos 1938-1997. Editorial K.L.M
Lacera Rúa, A. (2003) Historia del Unión Magdalena, El Fervor De Un Pueblo. Editorial Unimagdalena
Lacera Rúa, A. (2022) Reminiscencias en Recovecos Samarios. Editorial Unimagdalena
Prensa
El Tiempo
Hoy Diario del Magdalena
El Informador
El Heraldo
Blog
Historias del Magdalena, Raúl Ospina Rangel
Agradecimiento especial a la Hemeroteca de la Biblioteca Luis Ángel Arango por su valiosa colaboración en especial a Mayra

%20(1).png)
Comentarios
Publicar un comentario